jueves, 29 de diciembre de 2011

Si lees esto es que estoy muerto

Efectivamente, el titular no es nada sensacionalista, me he muerto. Como siempre dice Daniel, somos yogures y tenemos fecha de caducidad. Y yo llevaba caducado hacía tiempo, arrinconado al fondo de la estantería, donde he conseguido escapar de la mano del reponedor. Pero todo tiene un principio y un final.

En estos últimos tiempos mi vida ha dado un giro, un vuelco sería lo correcto. Es triste darse cuenta de lo preciosa que es la vida cuando te dicen que te mueres. Afortunadamente yo he tenido un tiempo para redimirme, incluso para hacer locuras, esas que yo me prohibía a mi mismo. Este tiempo me ha servido para poder preparar mi marcha, además de irme me iré bien limpio ¿Os había dicho que tengo un baño precioso?

Y me voy con hambre de vida, es cierto, ahora me he dado cuenta de que estuve a régimen demasiado tiempo, pero lo que es imposible es imposible como decía lagartijo. Pero me voy con algo que poca gente tiene el honor de haber tenido en esta vida. Me voy con tal cantidad de amor que mi caída va a ser suave. Ese amor es el colchón de lana que todos necesitamos. El amor que mi esposa y mi hija tienen por mi, el amor sincero de mis amigos y familiares. Cuando haces balance te das cuenta de que eres afortunado. En mi vida he tenido grandes amigos, los de verdad, los que me han demostrado su cariño en los momentos malos. Los que hacían bromas de mis alucinaciones. Los que me daban masajes mientras me retorcía de dolor en una cama de hospital. Los que van a seguir velando por mi familia.

Y aunque me quedan muchas cosas por decir, creo que ya no es necesario. Al pobre Dani, a quien le he encomendado la tarea de cumplir con mis últimas y absurdas voluntades le toca cumplir con mi testamento personal, ¡y a cambio de nada! ¡Te quedaste sin Televisión! Debes pues dar ese último toque, por supuesto con ese humor mío tan característico y que tan poca gracia hace, pero es que en realidad yo he sido así siempre. Espero que todos disfrutéis del deseo de un moribundo, los que no asistan serán perseguidos. Aunque dado que quien los tiene que perseguir tiene poco fuelle, mejor no corráis mucho.

A todos os digo que os he amado, a mi esposa y mi hija os digo, os amaré eternamente.

Victor Romero

Ahí va...

Ya me extrañaba a mi que entre la marabunta de encargos que me había hecho Víctor para "después", no hubiera nada para su blog. De un tiempo a esta parte he estado escudriñado en su ordenador en busca de... no sé. Y ayer me llama Dani diciendo que él tenía la última entrada que escribió Víctor para vosotros. Con lo bestia que es el Dani en cuestión, el hecho de que se la hubiera dado a él, me asustó y esperé a estar bien acompañada para leerla. Como veréis los que le conocíais, se nota que ya estaba muy débil.
Bueno ahí va...

Majo.

PD: Gracias otra vez y que disfrutéis 2012.

sábado, 22 de octubre de 2011

Conclusión: No perdamos el TIEMPO


No sabía que hacer. Pensaba dejar este blog con la última entrada de Víctor. O quizá plantearme hacer yo una entrada, no sé si “final” (si, he borrado esta palabrota, la he pasado a minúsculas, la he entrecomillado y aun así me entran ganas de darle al retroceso e irme al sofá a ver el culebrón), eso ya depende de vosotros. Como ya he leído unos cuantos comentarios con un a-Dios y también han habido algunas personas que casi me han pedido permiso para incluir los suyos, me he decidido por la segunda opción.
Los que aquí nos hemos quedado seguimos VIVIENDO con Víctor. Ese Víctor con barba (ver fotos entrada 1/11/2008), ambicioso de sí mismo, incapaz de pedir ayuda, retraído y observador, que parecía que no estaba cuando era el motor de tantas cosas y al que siempre le faltaba un rato para hacer todo lo que quería... hasta que le asustaron con eso de que SE LE ACABABA EL TIEMPO. Entonces decidió elegir qué cosas eran importantes, qué era lo que en el fondo le gustaba y resultó que empezó a VIVIR. El tema laboral desapareció como por arte de magia, tantas cosas imperfectas que exigía hacer mejor pasaron a ser chorradas y las personas que nos rodeaban ya no tenían algunos defectos sino ¡tantas virtudes! Y su pasión: la cerámica, a lo que dedicó todo el TIEMPO del mundo. Aquello a lo que antes le desesperaba tener solo los sábados por la mañana. Ahora tenía MÁS TIEMPO para ir al taller, incluso montarse el suyo propio, y así lo hizo, gracias a su AMIGO Paco. Ya tenía TODO EL TIEMPO para sus AMIGOS y para el barro. ¿De qué sino se habría atrevido “Don imperfecto” a hacer un torso como manolito, una escultura de Laura y yo abrazadas (ver foto entrada 14/12/2009), que parecía un prefacio de como vivimos hoy, e incluso un busto suyo? ¿se puede ser más feliz? Claro, sin tener MIEDO, pero ese sentimiento forma parte de la VIDA.
Han sido casi cuatro años muy duros. Yo aterrorizada, intentaba mediar entre el cáncer y mi marido y entre el cáncer y mi hija. Víctor enfermo pero vivaz. Yo admirada por la FUERZA de la persona con la que he vivido casi 23 años (exactamente la mitad de mi vida). Ya habíamos tenido escuela: mi padre paso treinta años con esclerosis múltiple y una inmortal sonrisa en la cara. Laura confundida. No podía entender que su padre estuviera malito y siguiera malito a pesar de ir tanto al médico: “¿Cuando se va a curar el papi?”. De no haber sido por Laura quizá hubiera sido más fácil imaginar que, de pronto, teníamos 80 años y dejarnos caer. Pero ahí estábamos los tres JUNTOS. Ahora aquí estamos las dos JUNTAS a la sombra de Víctor.
A pesar de todo yo necesitaba un “agarredero” cerca. Desde el primer momento me sentí apoyada por esa AMIGA con la que contaba y por otros de los que no creía poder esperar tanto y que me sorprendieron: ¡GRACIAS! a los AMIGOS (¡ay bilbaíno! ¡le has dado tanta VIDA!), a los cercanos, a los que os acercasteis, a los que seguís este blog y a los que no supisteis como acercaros pero que estabais ahí. Sin vosotros, sin vuestros ánimos... ¡os debemos tanto!
Majo.

lunes, 8 de agosto de 2011

El regreso


Buenos días, lo prometido es deuda ¿no?:

Ahora mismo es difícil dirigirme a vosotros como una persona normal, relataros mis sentimientos, contaros en que punto de mi duelo personal me encuentro, qué me asusta y qué me conforta. Hasta ahora, en realidad hasta hace un año, no había problema pues fuí contando las cosas tal y como acontecían. Tomar unas notas durante el tiempo que transcurría entre quimio y quimio, ordenarlas en mi cabeza y luego, a la hora de la verdad, sentarme delante del teclado y escupir todo lo que se me ocurriera sin mirar las notas ni tratar de seguir el orden preestablecido. Todo según la teoría de aprender para olvidar.

Pero hoy han confluido varios factores para alterar este, por llamarlo de alguna manera, ´método´. Resulta que a primera hora de la mañana he recibido un par de comentarios a la última entrada, resurrección, de hace un año y estaba dispuesto a sentarme a escribir "lo antes posible"... creo que se hubiera quedado en agua de borrajas, como de costumbre. Entonces he empezado con la nueva pauta de medicación, cambios en la administración y cantidades de morfina debido a que cada vez el dolor aumenta, y algo no ha funcionado como debía...

  Julián ha llegado de Bilbao esta misma mañana, pronto sobre las 8'30h, cargado de artículos "engordantes" para el desayuno, yo creo que me meten pienso camuflado para intentar que gane peso pero ni por esas, ya peso 62kg (15 menos que en navidad). La verdad es que no he perdido el apetito (aún se pasa vergüenza invitándome a comer), pero el cáncer, según el onocólogo, se lo "come" todo y es muy difícil tratar de ganar peso. La cuestión es que mi Julián se ha vuelto a cascar el madrugón, el vuelo, etc... para pasar unas horas conmigo. Podría tratar de expresar como le hecho de menos cuando no está pero no quiero hacerlo. Necesito creer que soy capaz de demostrárselo cuando sí que está. No entraré en lacrimogenas palabras sobre lo que significa la amistad, etc.

La cosa es que esta sopa de sentimientos aderezada con un colocón del aúpa y las varias veces que me he dormido en el restaurante me ha empujado a empezar, por fin, con una nueva entrada.

Este colocón es curioso pues lo que me sucede es que no consigo diferenciar correctamente entre la realidad y los sueños. Así que mis cabezadas en el restaurante me llevaban a mezclar escenas del sueño con la triste realidad de un tipo calvo y esmirriado que da cabezadas sin ni siquiera haber pedido una triste cerveza.

Cerveza.... ya hace tiempo que no me tomo una Franciscaner etiqueta roja, más que nada por el gas. Tengo muchos problemas con la aerofagia y muchos más con el estreñimiento, me da autentico pavor ya que el tumor del recto ha crecido lo suyo, lo cual quiere decir que el paso para los excrementos se ha estrechado mucho. Esto implica, en primer lugar, dolor. Cuando la papilla digestiva pasa por ese punto, ya sea dura o blanda, siento un dolor bastante grande que no suele durar más de 20 segundos. A veces se junta con aire, todo queriendo pasar al mismo tiempo y entonces es cuando el dolor es peor. ¿solución? Parece ser que existe algún tipo de prótesis interna para mantener abierto el paso pero cuando el oncólogo no me dice nada, después de haberlo sacado el a colación, supongo que estará esperando el momento oportuno o que existen contraindicaciónes que en este momento desconozco, tipo rectorragias, etc. Por cierto que hace unas noches tuve una, rectorragia, pequeña no asustaros.

Justo anoche se repitió la rectorragia pero esta vez bastante considerable así que terminamos en el hospital donde llevo varios días. La rectorragia remitió sola pero los dolores reaparecieron sorprendentes, duros y muy rápidos. Lo estoy pasando realmente mal, en lo físico por el dolor y en lo anímico por la lejanía de Laura. Ha llamado esta mañana diciendo que me echa de menos, que era el mes que teníamos que pasar juntos... se me rompe el alma. Debe de haber alguna razón para que todo esto suceda porque si no no comprendo como se puede ejercer tanta crueldad.

A lo largo de este año pasado me pusieron un nuevo tipo de químio durante seis meses, de septiembre a navidad, que no tuvo todos los buenos resultados que esperábamos y, en consecuencia, los tumores crecieron y se expandieron por diversas nuevas localizaciones que no me apetece recordar en este momento. Lo bueno es que ninguno se desarrolló en los pulmones ni cerebro así que continuamos dependiendo del que ha acampado en el hígado y que se ha duplicado en tamaño a lo largo de tiempo.

Desde navidad cambiamos de tipo y funcionó, sin remisión pero sin crecimiento. Ahora en agosto tengo un pequeño descanso, se suponía que para disfrutar de poco más de la vida y de la compañía de mis chicas pero de nuevo el dolor me mantiene en hospital, no quiero hablar más de ese tema.

Por otra parte las funciones hepáticas, el curro que hace el hígado en pro del resto del cuerpo, continúan funcionando bien. Y eso es lo importante porque, salvo complicaciones graves con otros órganos, lo que marcará el final de mi vida será algo relacionado con estas funciones.

¿Qué llevas en los bolsillos? Recuerdo perfectamente como eran las cosas antes de que me diagnosticarán el cáncer. Entonces mis bolsillos rebosaban de utensilios, siempre trataba de llevar encima todo lo que pudiera necesitar, mi inseguridad me empujaba a intentara convertirme en uno de aquellos caballeros andantes cubiertos de metal con forma de armaduras, lanzas, espada, escudo, etc. Y un escudero cargando con todo lo demás "por si acaso".

Qué diferencia con aquellos gurús orientales recorriendo los caminos con los bolsillos vacíos, la ropa que tu mismo puedas hilar, dijo Ghandi, y una escudilla donde recoger la comida que te ofrezcan en el camino. Evidentemente lo que te ofrezcan dependerá de tu actitud, de como trates a tus semejantes.

Hoy en día mis bolsillos suelen ir vacíos, por no llevar no llevo ni cartera. Esto joroba bastante a Majo pues le obliga a pagar en casi todas partes pero me libera, me obliga a enfrentarme a los demás, a pedir, a hablar, a compartir...

Si pudiera elegir qué llevar en mi último viaje, con qué llenar el bolsillo de mi camisa cambiaría todos mis lápices por una rana, una pequeña, verde, sencilla, quizás una con la piel venenosa capaz de mirarme a los ojos en mis últimos momentos y decirme "bésame, te ayudaré a cruzar sin dolor, te tumbarás en el fondo de Nostromo, tu mano rozará la estática superficie del agua y pronto llegaremos al otro lado" una rana llamada Karonte.

Al final soy como la mayoría, busco la manera de hacerme creer que hay algo más, que no está todo perdido. Al final intento engañarme a mi mismo buscando una fe a la que racionalmente renuncié hace mucho tiempo.

Al final resulta que soy mucho más humano de lo que parece.

Esta entrada contiene mucha más información sobre mi cáncer que sobre mis sentimientos dado el tiempo transcurrido desde la última. Las próximas serán más personales.

Un abrazo,

                                     Víctor

sábado, 26 de junio de 2010

Resurrección


Buenos días a todos,

Ya hace no se cuantos días que estoy encerrado en el hospital.

Todo empezó en Jueves, ese día me tocaba quimioterapia y tenía dolores en la articulación sacroilíaca. Ahora mismo ya no puedo daros un punto de referencia sobre si eran grandes dolores o simples molestias por lo que más adelante detallaré.

Los recuentos del análisis previo a la sesión salieron perfectos, defensas altas quizá. Me bajé a la sala de los sillones como cada día de quimio y ahí empecé a sentir dolor que fue en aumento hasta convertirse en un vendaval.

Trataré de ser descriptivo pero ya os adelanto que va a resultar un relato un tanto surrealista.

Cuando creo que aquello va pasando de un dolor suave ya me he metido en una espiral que enfrenta mi raciocinio con mis sentidos. Mi cabeza dice "no pasa nada, ahora te pincharán una dosis extra de morfina y el nivel bajará a algo tolerable... pero no, resulta que el "machote" se ha aguantado demasiado y con la máxima dosis que podían administrarme lo único que conseguí fue una especie de "separación" entre el razonamiento y el sentidos en estado puro.

Con la cabeza me doy cuenta de que no tengo vómitos ni mareos, estoy aceptando mayores dósis de morfina ya sin estos efectos y "pienso" y me repito que todo es cuestión de tiempo.

Pero lo que siento es otra cosa totalmente diferente, me siento desgarrado, siento mi pierna separándose de mi columna, un dolor que jamás hubiera podido imaginar, aprieto cualquier cosa que puedo alcanzar, muerdo, golpeo, estoy fuera de control.

Y mi razón se queda totalmente bloqueada, no sabe cómo actuar, tengo que controlar esto, hay gente delante, yo soy un tipo duro, yo no lloro, a mi no me domina el dolor, mi gente me necesita como referente del tipo más duro que siempre me he creído. Yo no pierdo el conocimiento ni en estos casos.

Miro a mi alrededor, deben ser las tantas de la madrugada, mis hermanos, Majo, Dani, mis médicos, todos alrededor de la cama y adivino el miedo en sus semblantes. Saben que algo va a pasar, pero no saben qué.

Ni que decir tiene que me ahorro los comentarios que salieron por mi boca, por lo menos los que yo recuerdo, pero todo lo parecido a la niña del exorcista sin los giros de cabeza.

De repente algo se rompe en mi interior.

No es algo físico.

El dolor pasa a segundo plano, me veo gritar, agitarme, veo como me sujetan entre todos pero me doy cuenta de que estoy llorando.... estoy llorando a voz en grito y en público, estoy suplicando que terminen con ese dolor como sea, lo que haga falta, una ventana, quiero morirme acabar de una vez, ya no lo soporto más. Me rindo.

Alguien me dice que aguante un poco más, todos me abrazan y entonces me doy cuenta de qué es lo que se ha roto.

Se ha roto la barrera-coraza del tipo duro. Ha saltado en mil pedazos como si una maza de 1000 toneladas hubiera golpeado el David de Miguel Angel y debajo hubiera aparecido una persona.....

Y aquí es donde tengo que contároslo tal y como lo viví, el dolor continuaba y todos estaban encima de mi pero yo estaba llorando a voz en grito, pidiendo ayuda... y eso me hacía feliz.

En ese momento me sentí más humano que en todo el resto de mi vida, y fui feliz.

Feliz retorciéndome de dolor por que mi gente estaba a mi lado y por fin podían ayudarme, por fin podían ver mi versión original.

Ese soy yo, siempre he sido ese pero ahora a pecho descubierto. Un ser débil, capaz de rendirse, de renunciar a la vida, de abandonar a su hija de 7 años por terminar con un dolor.

Se terminó el macho y mi gente me pudo mirar a la cara y decirme "aguanta estamos aquí contigo, te queremos, esto pasará" y me recuerdo diciendo "quitármelo por favor, hacer cualquier cosa pero quitármelo por favor" pero con una cara diferente porque las suyas lo eran. Les vi aliviados, vi caras de amor, caras de "ahora puedo ayudarte, ahora no te crees mejor que yo, ahora somos iguales y puedo abrazarte y decirte lo que te quiero y ....."

La morfina fue haciendo efecto.

Afirmo sin duda que sentí los abrazos de cada uno como si fuera la primera vez que lo hacían, sentí cada abrazo como si estuviera desnudo y me fundiera con esa persona. Recuerdo la cara de Pplu a dos dedos de la mía diciendo "te quiero tío" y recuerdo llorar por oírlo.

Luego unas horas a solas con Majo y cinco días de ataques hasta que me controlaron la infección o lo que fuera pero ya todo es distinto.

Recuerdo a mi terapeuta entrar en la habitación, siempre recordaré su cambio de expresión, creo que ella era la única que sabía que encontraría a alguien diferente. Siempre recordaré su sonrisa, su implícito "ves como si podías".

Esta claro que algunos tíos somos lo suficientemente burros, zopencos, analfabetos emocionales, creídos, orgullosos, críos con 47 años, como para tener que pasar por una experiencia así para reconocernos a nosotros mismos.

Desde luego para mi ha sido una eucaristía, una comunión con mi propio yo. Ahora empiezo a ver lo que soy, a pedir cuando necesito. Ahora acepto que estoy en un estado de debilidad y necesito ayuda de mi gente. Ahora sé donde encontrar la felicidad, ya no tengo que sentarme a esperar a que pase, ahora estoy siendo feliz aquí, atado a una cama y esperando la sesión de radioterapia de cada día.

Y cuando tengo un mal rato pido ayuda, y mi gente sonríe porque se sienten útiles y ven que me acepto su ayuda de corazón. Ahora estoy teniendo conversaciones que jamás hubiera creído poder tener, con mi madre, con mis hermanos, con mis amigos.

No es cuestión de agradecimientos, jamás podré devolver ni la décima parte de lo que habeis hecho por mi pero sé que lo que pasó aquella noche en aquella habitación fue lo más cercano a un unevo parto - resurección.

Todo es diferente porque yo he dado un pasito más.

¿Y tener que agradecer todo esto a un cáncer no es la estupidez más grande cometida en la historia de la humanidad? ¿Qué nos está pasando a los tíos de mi edad?

Creo que las mujeres han peleado su liberación, les queda mucha lucha por delante pero ponen todos sus ovarios en ello, mientras nosotros tratamos de adaptarnos a la nueva situación tratando de no sufrir demasiado ni físicamente ni en nuestras prevendas.

Creo que muchos tíos no se merecen ni a si mismos, ni el cuerpo que les han dado para poder vivir otros 40 años. Creo que hay mucho cobarde en mi generación.

Creo que ya está bien de mirar para otro lado, quiero aceptar mi culpa yo el primero. Por tratar de ser el "cabeza de familia" por tratar llamar a Majo mi "mi mujer", por no mirarla a los ojos cada día, sonreirle y decirle me hace feliz mirarla recién levantada, sin peinar, por haber parido a Laura, por estar, por ser.

Porque si.

Mirad igual podemos aprovechar todo lo hijoputa que llevamos dentro los tíos y ponernos en nuestro lugar y renunciar a tanta estupidez y ser más felices y dejar que ellas también lo sean. Cada uno tiene derecho a cometer sus propias equivocaciones pero no nos aferremos.

El mundo es vuestro chicas, de eso no cabe duda. Lo que os hemos dejado está echo una autentica mierda pero sois las fuertes, las "multitarea" y estoy seguro de que conseguiréis que todos juntos reformemos esta sociedad y que tomaréis las riendas de vuestras relaciones y os dejaréis ser felices.

Hoy necesito algo más que un abrazo para despedirme, vosotros mismos:

Víctor

Pd.- Disculpas por la primera versión plagada de faltas.

miércoles, 21 de abril de 2010

Q39 vale vale ya me pongo ...

Buenos días a todos,

No puedo justificar la falta de ganas de escribir y si me obligo a hacerlo es por el tirón de orejas de MªJo, a la cual sospecho que estáis preguntando. La cuestión es que la última quimioterapia está funcionando. Tras el último análisis de marcadores estos han bajado de 130 a 50, aún lejos del 5% que es el máximo aceptable.

Que está funcionando ya lo sabía porque los dolores han remitido, he eliminado la morfina, el Sebredol y hasta el Ibuprofeno, ya no tomo nada solo la sesión de quimio semanal que ya es una rutina, Miércoles quimio, Jueves superacelerado, noche del Jueves al Viernes en blanco, Sábado llega el cansancio y a partir del Domingo empiezo a recuperarme.

Actualización: esta entrada la he tenido algún tiempo en "barbecho" y hoy, miércoles 21, y debido, creo, a las palizas en el bajo he tenido una recaída, me duele la pelvis y he regresado a los parches en su dosis más baja, 12mg/día. Creo que los mantendré hasta que termine el traslado y después unos días de reposo y a intentar quitármelos otra vez. Fin actualización 

Incluso mis venas aguantan muy bien después de 80 pinchazos, a 40 por brazo deberían estar como tuberías de PVC pero no, aguantan bastante flexibles sin casi intervención, hace unas semanas que utilizo Thrombocid un par de días después de la quimio.

Por lo demás mi vida se divide entre arreglar el MI nuevo estudio y disfrutar de mi vida con mis chicas. Me agoto con facilidad por lo que el arreglo se está alargando más de lo normal. Menos mal que está mi hermano Pepe y Enrique para ayudarme. cuando termine tendréis fotos del antes y el después.

Otra cosa es el estado anímico. Llevo mucho tiempo preparándome, haciendo el duelo y aceptando que las probabilidades no me dan muchas esperanzas pero hay otro punto de vista: ¿Qué pasa si esta quimio funciona y la enfermedad se detiene? curarme no entra en los números, milagros a parte.

Realmente hay una pequeña posibilidad de que la enfermedad se detenga, quizás una pequeña remisión y un estancamiento. Cuando me planteo este escenario me asaltan las dudas y un cierto desasosiego por que ¿estaría preparado para regresar a mi vida anterior?.

Me parece que no.

No queda mucho de lo que fui (res de res para ser sincero). No creo que pudiera regresar a los días de inspecciones, noches de quirófanos, ni siquiera a la joyería donde pasé los mejores años de mi vida profesional (Jose, Antonio para los amigos, no te lo tomes a mal, trabajar contigo fue la razón de aguantar los largos días solitarios de inspecciones, etc, etc. Una de las cosas que he apuntado en la libreta de intenciones para la próxima vida es montar una empresa contigo y con Dani, los de Apple se van a quedar en mantillas. Ahora solo tengo que conseguir guardar la libreta en algún sitio que sea capaz de recordar después).

Si sucediera tendría que regresar a la adolescencia, coger el toro de la vocación por los cuernos y decidir si soy capaz de dedicarme a aquello que me gusta, que me hace disfrutar de cada momento de dedicación, ser feliz con las cosas de cada día, con todos los sacrificios que supondría, o si me plegaría de nuevo al "hacer lo debido" a comportarme según lo que creo que los demás esperan de mi.

Tomar la decisión que evitaría la posibilidad de sentirme rechazado.

Creo que ahora sería diferente por que los interlocutores son distintos, ya no se trata de lo que mis padres esperaban de mi, se trata de que me hace feliz y la única persona a la que miro cuando tengo que tomar alguna decisión es Mariajo. Y ella ya me ha demostrado todo lo me hacía falta para poder ser yo mismo, dejar de esconderme, sonreír, equivocarme, enfadarme sin motivo, sabiendo que tengo su comprensión, su perdón y sus mimos siempre que los necesito.

Casi cambiando de tema: Veo los comportamientos de algunas personas a mi alrededor me doy cuenta de lo necesarias que son las dificultades para saber apreciar lo que tenemos.  Yo no sería el mismo sin el cáncer, no estoy seguro de que hubiera crecido tanto sin la ayuda del cáncer. Mi terapeuta, la última reencarnación de Yoda, siempre me dice que para mi el cáncer ha sido la patada en el culo que necesitaba para dar el salto después de años de terapia. Tal vez las dificultades de la vida actúan de esa manera, a modo de catalizador, de empujón, de patada que te obliga a salir del encasillamiento y tomar la velocidad de crucero en el crecimiento personal.

Siempre le recuerdo a Laura las palabras de Batman, si de Batman, "nos caemos para aprender a levantarnos" aprendemos, fundamentalmente, de nuestros errores, de nuestros fracasos, de vencer las dificultades, de luchar por aquellos que merecen nuestro amor. Según Mati esta es la teoría del "hay que joderse" para aprender y según yo parece que nos jodemos poco... vamos a ver, quiero decir, tenemos pocas dificultades en nuestras vidas, no que nuestra vida sexual sea precaria (dejando de lado la descoordinación que significa que por encima de los 40 a las tías les aumente la lívido y a nosotros se nos tranquilice).

La adversidad nos enseña a apreciar las cosas pequeñas de cada día, a ser felices con lo que tenemos hoy, ahora, a apreciar y disfrutar del camino, independientemente de la meta. Y eso nos hace libres, menos dependientes de lo material y por lo tanto mas conscientes de las opciones que tenemos a la hora de elegir.

¿Será por eso que cada vez me cuesta más escribir? ¿por qué soy cada vez más feliz con mi vida? ¿lo ves Mariajo? la culpa es tuya.

Te quiere,

                                   Víctor

pd  no quiero perder totalmente la costumbre de recomendaros algo de música, libros, cine, etc. así que hoy os recomiendo Dhira.


Os recomiendo "vida tras la vida", disfrutadlo.

lunes, 1 de marzo de 2010

Cumpleaños feliz

Buenos días a todos,

Simplemente convocaros el Domingo 7 de Marzo para celebrar mi cumpleaños, 3/3/1963, en el garito del río:

 



A la hora de comer. Gracias a todos por las "atenciones" recibidas después de la última entrada, espero subir otra esta misma semana tras la quimio visita a pata palo incluida.

Un abrazo,

                           Víctor

AVISO:  Tiene pinta de ponerse a llover de un momento a otro así que nos trasladamos a la Tascas de Ruzafa, C/Cadiz 48.