sábado, 10 de enero de 2009

Highway to Hell

Buenos días,

Ya se que últimamente no cuento mucho de lo que me pasa pero, sinceramente, antes de contarlo tengo que conseguir aclararme, o por lo menos intentarlo.

Los resultados de las últimas pruebas son todo lo positivos que cabía esperar, palabras del ilustre oncólogo que me visita. Esta vez me ha tocado "el jefe", que como ya he contado antes es uno de los ilustres de la profesión. Mantiene las distancias y mide sus palabras y gestos tratando de no decir o dar a entender nada que pueda volverse en su contra.

Esto es correcto hasta cierto punto. Ya se, porque me lo ha repetido hasta la exasperación, que el cáncer no tiene cura, hoy por hoy. Que todo lo que podemos esperar es que se quede como está. "Ausencia de noticias son buenas noticias" me dice. Yo veo los resultados y en los del TAC pone: "Conclusión: Mejoría radiológica respecto al TAC previo de las lesiones Mtx hepáticas" y eso debería ponerme de buen humor pero no oigo en sus palabras reflejo de ello, ni en su cara ni en sus gestos. Bien verdad es que en el resultado del rastreo óseo se detectan depósitos anormales del radiotrazador en la articulación sacroilíaca. Puede ser lo que ya se detectó en la primera prueba hace un año, pero la verdad es que ahora me duele y antes no.

Me dice que ese depósito podría ser de naturaleza distinta al cáncer y que no tiene por qué ser preocupante mientras sea único y no se ha detectado más que el ya detectado en la prueba inicial. Que el cáncer de huesos se multiplica muy rápidamente y este lleva un año parado.

Luego le pregunto por los efectos secundarios del Xeloda a largo plazo y me contesta que ya le gustaría a el que tuviera efectos secundarios dentro de diez años ... y yo me pregunto ¿eso quiere decir que no duraré tanto o que si los desarrollo dentro de diez años ya me puedo dar con un canto en los dientes? cuando intento articular esta pregunta me doy cuenta de que me da lo mismo. Estoy cansado.

Estoy cansado física y mentalmente. Llevo un año luchando sin tregua. La misma ambivalencia que sentís observándome la sufro yo desde dentro. Me refiero a saber que estoy disfrutando de una buena vida, los dolores son soportables y controlo los efectos secundarios muy muy bien. He redescubierto amigos, habilidades, en fin que no me puedo quejar. Pero no todo se restringe a lo que nuestro raciocinio articula.

Debajo están los sentimientos. Allí en las mazmorras antes llenas de fantasmas aulladores y ahora abiertas al mundo aún quedan ecos nuevos y antiguos. Allí aúlla el cansancio mental, las dudas y los temores. ¿Se debe esa mejoría a mis 80 minutos de ejercicios diarios o estoy malgastando ese tiempo? ¿estoy mirando mis pies recorriendo el camino sin querer levantar la cabeza y ver a dónde me conduce? ¿he aceptado la posibilidad de morirme mañana?.

Todo esto resuena en mi cabeza mientras le miro hablar y contestar a las preguntas de Mariajo, y mientras la banda sonora de mi vida me da pistas otra vez. En mi cabeza resuenan los AC-DC, higway to hell.

"../ Billete para un viaje de sólo ida
Sin preguntar nada, déjame en paz
Tomándomelo todo con calma No necesito razones,
no necesito rimas
No tengo nada mejor que hacer mientras me hundo,
hora de fiesta
Mis amigos también van a estar ahí
Estoy en la autopista al infierno ../"

No se por qué me sucede, no soy músico, no se nada de nada de música pero siempre me asaltan canciones que me ayudan a digerir mis sentimientos. Por que si algo he aprendido, si en algo he crecido es en entender y asimilar que de nada me sirve intentar razonar qué es lo que aúlla en las mazmorras de mi alma. Tratar de entender qué siento y por qué solo me lleva a enquistar los sentimientos, atraparlos, encerrarlos y continuar escuchando sus aullidos noche tras noche.

La única manera de digerirlos, de deshacer las contradicciones sentimientos - raciocinio. Bajar al sótano, entrar el celda del cautivo y sentarte frente a el, sin hablar, sin razonar, solo sintiéndolo y dejándolo transitar, transmitir, expresarse. A veces necesito llorar, otras gritar, otras romper algo. Pero siempre me siento mejor después y cada vez es menos el tiempo que estoy allí sentado, cada vez son sentimientos más sutiles. Esa es mi pelea actual, conseguir escucharme, sentir mis sentimiento sutiles.

La banda sonora de mi vida va por su cuenta... Dejo a Mariajo en casa y arranco hacia el garaje. Entonces pongo la radio y suena "Sultanes del Swing", Dire Straits. Esa canción... esa dichosa canción .... no puedo escucharla si no es a toda pastilla, cuando el retrovisor tiembla el volumen es correcto y escucho la letra:

"../ Sientes un escalofrío en la oscuridad
Llueve en el parque, pero mientras tanto
Al sur del río haces un alto y todo se detiene
Una banda toca Dixie al compás dos por cuatro
Te sientes bien cuando escuchas esa música../"

Gracias a mi profesor de Ingles de Bup por suspenderme. Gracias a eso fui a la escuela oficial y hoy hablo ingles sin problemas y puedo disfrutar de estas canciones. Esta es capaz de abrir ventanas inexistentes en las celdas del sótano de mi alma y siento el viento fresco recorrer los pasillos y me siento renovado.

Acepto que el destino de esta autopista no es otro que la muerte, mi infierno particular lejos de mis niñas. Pero esta autopista es cojonuda, seis carriles que recorro en descapotable, con el sol tostándose el cráneo estepario que me está quedando, Mariajo y Laura a mi lado, escuchando a Malcom, Brian, Angus, Cliff y Phil.

Si ellos pueden continuar con un concierto mientras las cortinas del el escenario arden en llamas, creo que yo puedo vivir lo que me quede de vida escuchando su música, disfrutando de mis amigos y de mi familia.

Un abrazo y feliz año:

Víctor

pd. Escucho de nuevo a Dire Straits y me viene a la cabeza la imagen de J. "el rey del karaoke" vestido como Angus Yaung, de colegial con gorra, tocando e imitando sus saltitos. Me parto de risa yo solo. Animo J. ya sabes que aunque no digamos nada estamos contigo.


2 comentarios:

Daniel dijo...

Estoy escribiendo uno de mis textos, en este caso, mira por donde, el título del mismo es “El largo camino de la amargura a la felicidad”, y mientras tanto, paradojas de la vida, estoy fusilándome un Güindous Xplosion para poner una distro de Linux, todo a la vez, ¡con dos cojones!. Que curiosamente es también un paso de la amargura a la felicidad, en este caso menos terrenal y más electrónica, y Superestero suena a toda castaña, así que mis dedos van más veloces que de costumbre, aunque mi mente sigue con una mini cache y 64Kbts de RAM (No sé si es memoria o leche)

Y como siempre, la música va acompañando los ritmos de estimulación sensorial de quien esto escribe, quizás soy un vulgar zombie dirigido por un sistema informático que decide qué va a sonar y como he de comportarme, y Bonnie Raitt con su country roto me canta “You”, ¡hay que joderse! Pero me gusta que en determinados momentos de mi vida algo o alguien me controle, esto me permite no tener que pensar y convertirme por unos momentos en una especie de paramecio que funciona en base a improntas básicas de acción/reacción. Que es barato de cojones, no tengo que pensar, claro que luego llega OK Go y me dice que hay un millón de formas “A million ways” de hacer las cosas y como no, de vivir. Por tanto, hay que ser cuidadoso con lo que se oye, lo que se siente, lo que se quiere, y lo que -en definitiva- se es. Que la vida son tan sólo pequeños instantes de felicidad espaciados por grandes periodos de tiempo. Hay que estar preparado para esos pequeños instantes fugaces, el resto son sólo momentos de vida controlados por algo o alguien, que nos dirige y manipula.

Cuando en mi última visita al galeno, también tuve la oportunidad de que me viese el “jefe”, claro, que a mi sólo me tocan los bordes, su extremadamente rápida conclusión fue, bah, eso no es nada, te abrimos otra vez, te cambiamos los “yerros” y listo. Y claro, cuando le pregunto, ¿desaparecerá el dolor?, ¿volveré a sentir la pierna?, ¿mejorará en algo mi vida? Y se queda tan ancho y me dice, “ah, eso no te lo puedo asegurar, a lo mejor quedas peor”. Total, que me levanté y me fui, salí a la calle, hacía un día precioso, empecé a andar y cada paso que daba era como si alguien me apretase los huevos con unas tenazas. Y pensé, bueno, al menos sigo sintiendo a mis queridos testículos, y la canción “Say What You Want” de Texas vino a mi mente.

Daniel dijo...

Uyss se me olvidó la recomendación de hoy

Guns N' Roses - Knocking On Heaven's Door

http://www.youtube.com/watch?v=eRr8g9YtU6U