jueves, 3 de abril de 2008

La puta septima y la madre que la parió.

Duele, coño si duele, la última hora y media ha sido realmente dura. He pedido que me pongan el Xeloda muy lento por eso hemos tardado 4 horas pero es que así tengo menos efectos en los brazos durante los días siguientes, ahora mismo estoy escribiendo con las dos manos y no siento más que un leve dolor y los pinchazos que ya os he contado antes pero si me la ponen rápido duele los días siguientes pero menos durante la quimio, lo prefiero así el dolor es más fuerte pero dura menos.
Parece que después de la octava repetiremos las pruebas, si salen positivas se confirmarán los resultados de las anteriores y el procedimiento a seguir depende del tamaño y posición. Si no se confirman estoy jodido.
Los médicos son muy reacios a hablar de porcentajes, para no pillarse los dedos y por que estas terapias combinadas llevan poco tiempo en aplicación con lo cual los datos de supervivencia a más de 5 años son poco fiables, están hablando de un 60-70% SSE (supervivencia sin enfermedad) a tres años y, por si faltaba poco, está el tema de la recurrencia que en el cáncer de colon con metástasis parece tener indices elevados.
No se si escribir estas cosas de un modo tan aséptico puede dar la impresión de que lo llevo bien pero no es así, vamos que no me estoy hundiendo pero acojonado un rato largo.
Otra cosa es que mis antiguas "herramientas" de supervivencia, léase darle al raciocinio cada vez que me asoma el miedo, me ayuden a llevarlo con un poco de dignidad, me cago en la dignidad, dicho sea de paso, por que lo que consigo es acumularlo, encerrarlo en la más honda de las mazmorras de mi castillo interior y dejar que se pudra.
Y cuando empieza a pudrirse huele, y duele y es mucho más difícil echarlo fuera, limpiar las mazmorras de todos esos sentimientos ocultos y que dejen de dar gritos, me imagino que los señores feudales oían, en el silencio de la noche, los gemidos de los habitantes de las mazmorras y algo así es lo que me pasa. Viven allí debajo y cuando tengo momentos de quietud se escuchan sus lamentos desde todas las habitaciones del castillo.
Tendré que sacarlos y hacer limpieza pero no me está resultando fácil, no necesito consejo necesito compañía en ese camino, me cuesta sacar ese miedo a la superficie y llorar y dejarlo hacer el transito por los pasillos hasta diluirse.
Cada vez tengo más claro que cuando dejas circular tus miedos fluyen como las burbujas del champan, perdón quise decir cava, y se evaporan, alguno se queda momentáneamente agarrado en las paredes de la copa pero no resisten el más mínimo zarandeo sin embargo si te empeñas en encerrarlos a fuerza de menear la botella puede terminar explotando.
Todo esto es a cuenta de que noto a mi gente, a vosotros, aguantaros la emoción tratando de no llorar, de no mostrar los sentimientos que afloran cuando estáis conmigo y resulta que yo necesito aprender a dejar fluir mis sentimientos así que si no tenéis inconveniente, y siempre que la situación lo permita, me gustaría que compartierais esos sentimientos conmigo, sean los que sean, de esa manera es posible que consiga terminar de limpiar mis mazmorras.
Por lo referente a como me encuentro las cosas siguen más o menos igual, durante la semana de descanso he recuperado algo de tacto y de gusto pero no durará mucho, lo mismo ha ocurrido con el cansancio pero ese si ha reaparecido inmediatamente y cada vez me cuesta más hacer cualquier cosa lo cual no quiere decir que esté pensando en dejar de hacer nada de lo que hago ni tengo la menor intención, luego lo paga Mariajo en casa cuando estoy derringlado y, a veces, con algo de fiebre, apenas unas décimas.
En resumen me queda como mínimo una sesión más para terminar esta tanda, luego según los resultados puede continuar, no se cuantas sesiones máximo pero algo me ha llegado de 11, o tal vez resección o tal vez un descanso como veis incertidumbre y poco más.
En definitiva que no voy a morirme a corto plazo, por lo menos de cáncer, a medio plazo la cosa está por saber y a largo plazo, más de 10 años, difícil pero no imposible.
La cosa está así y no hay más remedio que vivir con ello, dejar fluir todos los sentimientos negativos y centrarse en los positivos, en lo bien que llevo mi nueva vida, en lo feliz que me hace tener 4900 visitas y saber que cada una de ellas ha sido un momento en el que alguien ha compartido su tiempo conmigo.
Y para no defraudaros os contaré que ya he terminado con "La tercera virgen" de Fred Vargas, ni puñetero caso de la/las sinopsis que encontrareis en los enlaces e, incluso, en la contraportada del libro. Cada vez me cuesta más creer que estas sinopsis, y las de las películas, las hagan personas que han leído el libro.
El libro tiene una trama fácil tratada de una forma ligeramente confusa y con desenlace inesperado, inesperado a fuerza de apuntar al lector en direcciones falsas, lo mejor los personajes, por lo menos no ha caído en el prototipo americano de fabricar nuevos libros casi idénticos a los anteriores, véase la saga de la doctora Scarpeta, Patricia Cronwell, por cierto no se que ha pasado con la web de esta autora que tenía multitud de enlaces interesantes y se ha quedado en nada, o el ínclito Michael Connelly y su Harry Bosch, pero siempre sucede lo mismo te planteas si comprar el siguiente o no y terminas leyéndolo con la esperanza de encontrar algo nuevo.
Algo nuevo traté de encontrar en "Inquisitio" de Alfred Bosch, empece este libro con muchas esperanzas pues se trata de una intriga histórica en Valencia y con muchas referencias a Ruzafa pero me ha resultado pesada, no me ha atrapado, no quiero extenderme por que solo se trata de la opinión de un lector así que lo dejaré aquí.
Por cierto que me siguen llegando libros, regalos de cumpleaños atrasados, estoy encantado.

Para terminar continuaré con mis deberes, en la entrada "autopsia emocional" dejé por escrito una lista de todo lo que estoy aprendiendo y quiero conservar y para que no se me olvide lo he repasado y aquí añado un par de puntos nuevos:

.- Me complace reconocer que puedo ser débil, necesitar ayuda, recibirla y sentirme reconfortado con ello, ya no necesito ser autosuficiente, aprenderé a buscar vuestro apoyo.

.- Aceptaré las cosas como vengan, no intentaré controlar mi destino continuamente, estoy aprendiendo a dejar fluir la vida y tratar de encontrar lo positivo de cada momento.

Ale un abrazo a todos, por cierto si alguien conoce a algún fabricante de pañuelos de papel pasarme el contacto, igual le interesa patrocinarme, jeje.

Víctor

Pd. Mas fotos de Laura y su aventura aquí.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola amigo.

Hace muy poco tiempo que sé de tu enfermedad (cuando te ví la última vez no tenía ni idea), y menos aún de la existencia de este blog, al que me suscribí el otro día, y no sé porqué me avisa hoy (día 6) de la entrada del jueves (día 3). En fin... Cosas del ciberespacio...

No sé muy bien qué decirte, así que mejor no diré mucho :)

Sabia decisión la de dejar fluir sentimientos sin sentirte culpable o "poco digno". Si todos lo hiciéramos con naturalidad, otro gallo nos cantaría.

En fin amigo, que no sé qué decirte, salvo que te leo desde ahora. Huelga añadir que mucho ánimo y que para lo que necesites puedes contar conmigo(se me da muy bien llorar :-))

Un beso en positivo.
Llanos

Anónimo dijo...

Desde que perdí a mis padres en menos de 5 años, me sucede algo muy extraño: se me saltan las lágrimas con estupideces como un tarado que se emociona con pasar de ronda en O.T. pero con las cosas de verdad me cuesta arrancar lágrimas.

Creo que, aparte de la rotura que supuso el hecho (rotura interna de vete a saber qué), lo que sucede es que con estas tonterías lacrimógenas mis emociones aprovechan para dejar salir la pena aprovechando un descuido.

Pero con tu enfermedad, mis problemas serios, etc. lo que me inunda es una profunda rabia que me impide derrumbarme y que me niega el desaliento y, por lo tanto, la pena.... pero como tú dices: luego, viendo a los Blues Brothers llegar al éxtasis con el blues, se me ablandan los grifos y salen esas lágrimas almacenadas.

Digamos que he desarrollado un sistema hídrico de represado y drenaje adaptado a los zarandeos de la vida.

Anónimo dijo...

Me parece que el fabricante de pañuelos de papel se va a forrar solo con dos o tres de nosotros....
Tete las pruebas saldran como ahora, bien muy bien y si es que no pues a seguir contra ello y a llorar mucho que dicen que es bueno, seguro que nos quitamos años de encima y todo con lo limpio que vamos a tener el cutis...
Besos mil
MUAKSSSSSSSSSSSSSS Y TQ MUCHO

Unknown dijo...

Osti, Víctor,

¿Las fotos de Laura las hiciste tu? ¿¿Y fuiste capaz de verla "peligrar" de esa forma, colgada "sólo" de tres o cuatro arneses?? Ahora comprendo tus temores del sábado, cuando se "iba" a caer del banco de casa de Cris y Paco...Lo que se va a reir cuando se lo contemos de mayor!!

Yo también lloro "de que" te cagas, incluso en diferentes modalidades (hipando, sin hipar, etc.) Así que en cuanto nos veamos te dedico una.

Un beso muy fuerte, espero que hoy estés ya un poquito menos cansado y un poquito más animado.

Luisa

Anónimo dijo...

Yo no lloro. Llorar es de nenas.
Yo fumo, hago novillos y miro a Pepín por encima del hombro.
De mayor quiero ser como mi padre: ¡presidiario!

Daniel dijo...

Hoy he leído tu último post del blog y me han entrado ganas de agarrar un palo (véase mango de pico del güeno), irme a tu casa y darte una tunda de las buenas, verías tú si llorabas con razón.
Mira, la autocompasión y la lástima están muy bien, pero sólo para bobos paranoicos.
Te vas a morir, eso te lo aseguro, también es cierto que llevas muchos más números que los demás para morirte antes, eso también es cierto, para que nos vamos a engañar. Es más, incluso mañana mismo te puedes electrocutar con esa instalación a medio montar que tienes en tu casa (no se cuantos años después), o te puede atropellar un autobús.

Nadie estamos exentos de morirnos de forma precipitada, e incluso de manera absurda. El otro día falleció una persona querida por mí desnucándose en la bañera con sólo 30 y tantos, el año pasado falleció otro amigo, claro que este se lo había buscado, estaba en Irak y también tenía treinta y tantos. Yo mismo me puedo morir dentro de 10 minutos, pero uno no puede volverse paranoico y esperar que acudan a tu vera un grupo de amigos cual plañideras a derramar sus lágrimas de amor sobre tu regazo en previsión de que te vas a morir y estás jodido.

¿Que estas enfermo? pues sí, ¿que es muy jodido? pues también, ¿que tienes un miedo de cojones a morirte? pues porque eres imbécil, quizás a lo que tienes miedo es a vivir pero no te has dado cuenta.

Mira Víctor, la vida es un estado mental, de cada uno depende como debe de ser ese estado. Quizás no has sabido ver la parte buena de la enfermedad, y es que puedes perder el miedo a estar vivo.
Tener miedo no es malo, tampoco lo es llorar, ni compartir, lo que me parece absurdo es oficializarlo.

Yo no voy a ir a tu casa a llorar por ti, ¿y por qué te preguntarás?, pues porque estás vivo y eso me provoca felicidad, porque aunque sé que se pasa mal sigues ahí, el día que palmes ya iremos a llorar. Si quieres verme llorar me pones un vídeo del Bisbal, y veras como lloro y berreo.

En un mail anterior ya te conté cual es el mayor peligro de estar enfermo, y es que hagas enfermar a quienes te rodean y te quieren, eso es injusto y cruel, y te lo dice uno que paso por ahí y esa es una de las poquísimas cosas de mi vida de las que me arrepiento.

Hoy mismo tengo unos dolores de cojones, he tenido que doparme como un loco para poder salir a la calle, y he salido con menos ganas que un cura en una mezquita, pero ya una vez en la calle me he ido animando, hace una buena temperatura, me he tomado un café riquísimo, he tenido que salir a toda ostia hacia la ofi porque me cagaba encima, en fin, cosas de los efectos colaterales, pero luego me he quedado mas a gusto que la mar.

A mi me dijeron que me iba a quedar -en el mejor de los casos- parapléjico, y bueno, pues no fue así, pero estadísticamente tenia casi todos los números del bombo. Ya sabes, yo tengo diez pollos, tú ninguno ....

Olvídate de polleces, si tras la quimio se pasa mal, bueno pues ya sabes, ajos y agua, que no tienes fuerzas para nada, idéntica receta, pero separa el mundo físico del psíquico, el dolor a veces también está en nuestra mente, justo debajo de la zona del sexo. Debe de haber una ley de proporcionalidad, cuanto mayor es el dolor menos es el deseo sexual, así que ya sabes, o follas o te retuerces.

Salu2
Yo y mis otras seis personalidades

vto dijo...

Buenos días Dani y los demás,
Por poner a todo el mundo en antecedentes antes de contestar a Dani, contaros que hace 30 años que es uno de mis mejores amigos, hemos pasado mucho juntos, cosas buenas y menos buenas, hemos tenido hijos al mismo tiempo, hemos bebido, cantado (incluso tenemos un libro de referencia para estas ocasiones) y pasado por procesos graves de salud, económicos, hemos tenido empresa juntos y continuamente compartimos sueños e ilusiones. Es una de las personas en las que más confío.
Creo que esta información es importante para entender no solo el comentario de Dani si no la polémica que, espero, se generará a continuación.
Me gustaría pediros vuestra opinión, que participéis volcando vuestros sentimientos al respecto, no es necesario que os identifiquéis si eso os coarta.
Entiendo el comentario y me hubiera gustado poder hacer lo mismo contigo cuando fue tu turno pero no estabas en condiciones de escuchar a nadie con la medicación que te daban, me conoces sabes muy bien que no tengo ni una pizca de autocompasión eso no va con nosotros ni ahora ni nunca, somos luchadores tu lo eres y yo lo soy, siempre hemos dado la cara y por ello nos quedan cicatrices, más en el alma que en el cuerpo, que tu y yo conocemos, compartimos que nos unen y que han forjado dos luchadores incapaces de darse cuenta de que a estas alturas de la vida somos lo suficientemente fuertes como para poder mostrar debilidad sin miedo a no superar el trance.
Hemos luchado en las almenas del castillo contra todo y contra todos, el que llega a nosotros sabe a lo que se enfrenta pero ¿qué ha sido de nuestra lucha interior? Yo la tengo y tú la tienes, ¿por qué podemos enfrentarnos a cualquier cosa externa y no podemos hacer frente a nuestros demonios internos? ¿Los conocemos? ¿De donde salen esos ratos en los que nos sentimos vencidos, incapaces, incompetentes?.
Hasta el momento he seguido la misma receta que tú, luchar, si tengo una debilidad me enfrento a ella y la supero, eso creía pero resulta que muchas de ellas son innatas al ser humano, no puedo ser humano sin ellas y puesto que lo soy regresan y regresarán una y otra vez. Puedo empeñarme en hacer como hasta ahora, encerrarlas en las mazmorras y mirar hacia otro lado pero resulta que he atisbado otro camino.
Resulta que la muerte pasa a ser una amenaza explícita no algo con lo que convivimos más o menos inconscientemente si no algo que te planteas y te plantean cada día, y esto altera la manera en que quiero vivir mi vida sean dos o diez años, quiero vivirla en plenitud, quiero sentir todo lo que hay en mi vida, todo, y para eso necesito aprender nuevas tácticas de supervivencia que pasan por ser consciente de que puedo superar cualquiera de los sentimientos que he escondido durante 45 años sintiéndolos, dejándolos circular no encerrándolos y negándolos como he hecho hasta ahora.
Dani, tu y yo tenemos cosas que llorar juntos, demonios que seguirán lamentándose desde nuestro interior hasta que tengamos los cojones de sentarnos, enfrentarnos a ellos, reconocer lo que hicimos mal (lo que hicimos bien ya nos lo reconocemos continuamente) y los dejemos fluir y desparecer de una puta vez.
Si me empeño en hablar de llorar es por que es la manera en la que siento más débil frente a los demás, conoces esta forma de enfrentarse a los retos es lo que Mati llama la teoría del “hay que joderse”. Llorar es lo que más me cuesta, me esta costando por que aún no puedo hacerlo con naturalidad, si te soy sincero tampoco puedo hacerlo sin naturalidad no me “sale” continuo coartando mi libertad de pegarme un lloro de vez en cuando dejar que las cosas fluyan y, a continuación, disfrutar del resto.
Me he empeñado en abrirme a los demás en dejar de estar encerrado en mi miso y por eso empecé este blog, esta auto-autopsia continua que me deja desnudo frente a todos, estoy cambiando para poder disfrutar de mi vida a tope y esto pasa por reconocer mis sentimientos, vivirlos y disfrutarlos.
No te niego que parte de la intención, consciente o inconsciente, de entradas lacrimógenas como esta última tiene que ver con la necesidad de atraer, conseguir, la atención y las muestras de afecto de mi gente pero es el extremo al que tengo que irme después de estar toda la vida siendo una piedra con ojos, de decirles lo que tenían que hacer, cuando y como sin mostrar la más mínima empatía por sus sentimientos.
Espero que en el futuro la cosa se normalice, quiero decir llegar a ser una persona más equilibrada capaz de sentir empatía, llorar si es necesario o reír, tampoco es otra de mis cualidades, o simplemente acompañar a otra persona sin sentir la necesidad de tratar de solucionar sus problemas como vía de escape para esconder mis propios sentimientos al respecto.
Dani no puedo seguir negándome a mi mismo que me da miedo morirme pero esta no es la principal ocupación de mi vida actual y futura es simplemente la constatación de un hecho que no puedo continuar ocultándome ¿por qué? Por que antes era un pensamiento no continuo pero si constante y desde que soy consciente de ello resulta que me acuerdo de uvas a peras y entonces me emociono, pronto incluso puede que llore, y se pasa en un instante, te lo aseguro mucho más rápido que cuando me empeñaba en enfrentarme a ello y decirme que tenía que vivir lo que me quedará de esta o aquella manera.
Y cuando se pasa es sustituido por un sentimiento que debe tener algo que ver con la felicidad por que es parecido a lo que siento cuando veo a Laura hecha una persona de 5 años, y cada vez este sentimiento aparece más a menudo y con cosas más diferentes por ejemplo cuando un amigo se preocupa por mi y me recuerda que soy un luchador, nunca olvidaré las armas que me han permitido sobrevivir pero aprenderé a utilizarlas en la medida justa y necesaria.

pd.- Otra cosa que dices también es verdad a veces me asalta el miedo a vivir, ¿como será mi vida si sobrevivo? ¿tendré que arrepentirme alguna vez de seguir vivo? También estos momentos son pasajeros, ya no me “preocupo” por mi futuro, me “ocupo” en la medida de lo imprescindible y el resto del tiempo me dedico a disfrutar las cosas buenas que tengo en mi vida, como el haberte conocido en un piso de la calle Salamanca hace 30 años, lo recuerdo perfectamente y me hace feliz hacerlo.

Daniel dijo...

Precisamente por eso te aviso, porque yo pasé por una situación en la que, no es que me diese miedo morirme, es que lo que yo quería era morirme. Cuando cada amanecer era el preludio de una nueva sesión de tortura, que aun después de mis 6 meses horribles permanecí durante casi 4 años en un perpetuo estado de mala leche.

A ti te asusta morir, a mi me asustaba vivir. Tú necesitas saber que hay gente contigo, yo no quería ver a nadie. Dos polos opuestos pero concomitantes.
Pero al final, el resultado es el mismo, un calvario personal, lleno de comidas de coco y otras lindezas.

No es una cuestión de luchar, yo me dí cuenta de eso, ¡que coño podía hacer yo! Y a ti te veo en la misma situación del "Voy a luchar", ¡contra qué! ¿contra el cáncer? pues sólo te queda la opción de ir a las quimios, ser riguroso y tener fe en los oncólogos, poco más se puede hacer en esa lucha. !Pues vaya mierda de lucha¡ Eso no es luchar, es adecuarse a una situación nueva. Es el momento de ocuparse.
La cuestión no es si se ha de luchar, la cuestión es si uno ha de sentirse vivo, pero no por obligación sino por gusto.

Porque al fin y al cabo, estamos vivos por obligación, uno no puede decir, ¡¡Uysss!! ya me cansé, ahora voy y me muero; y vas y te mueres. No, esto no funciona así. Hay una especie de orden cósmico -quizás las respuestas a ese orden estén en las formulaciones de Schrödinger- que rige este microuniverso en el que moramos.

La fina línea que divide el ser y el estar, esa es la que hay que cruzar. Somos pero no siempre estamos. Y cada instante que no estamos es un instante perdido y además irrecuperable. Hay que saber asumir las cambiantes situaciones de la vida, a veces buenas, otras malas, es más, creo que las hay cojonudas. Luchar se lucha contra un jefe idiota, contra un vecino molesto, o en mi caso contra una Administración que se ha olvidado de mi hijo y de otros 5000 hijos mas. Eso si es luchar y de que manera, David contra Goliat.

En la vida hay aspectos donde la lucha infiere de forma directa en el recorrido de nuestro camino, pero donde nada tiene que hacer es en cómo queremos sentirnos. Ahí nada tiene que ver ni la misma Iglesia. Yo lucho cada día contra muchas cosas, pero he dejado de luchar contra mí mismo para intentar convencerme de que estoy equivocado. En mis charlas conmigo mismo he llegado a una conclusión sencilla, si yo quiero estar bien, debo de querer estar bien. Recuerdo la frase aquella de un hombre que se lamentaba por no tener zapatos, hasta que vio a otro hombre que no tenía pies.

Todo es según el color con el que se mira, ambos tenemos mentalidad de ingeniero, hecho que nos hace ver muchas situaciones de forma totalmente aséptica, buscando la lógica de las cosas. Ops, pero si las cosas no son lógicas y la vida ni te cuento. Si uno no es capaz de ver las cosas maravillosas que tiene a su alrededor, ¡para que cojones quiere esa cosas!

Tienes una hija que es un sol, una mujer que es un santa (aguantarte a ti tantos años es digno de un Nobel de algo seguro), tienes gente que te quiere, tienes un coche azul purpurina, unos bonsáis que un día de estos hasta parecerán de los buenos y mil y una cosas más. ¿Realmente estas apreciando todo eso? Hay gente que daría sus piernas por tener lo que tú tienes. Quizás nunca lo ha apreciado lo suficiente y ahora tienes complejo de Sísifo en el averno, empujando la piedra montaña arriba.

Bueno y esto es todo por el momento.
Salu2
Yo y un par de moscas que me rondan

Anónimo dijo...

Joer...

Os he leído con avidez: el comentario de Daniel, la réplica y la contra-réplica, y la verdad, aparte de llorar (que a mí, como decía, se me da muy bien, y tampoco quiero seguir avergonzándome de ello) no sé muy bien qué conclusión he sacado (hoy estoy esoecialmente obtusa). Comparto con ambos muchas de las cosas dichas; entiendo el miedo a morir y el miedo a vivir -especialmente a "mal vivir"-, entiendo la necesidad de Víctor de dejar de hacerse el valiente porque he pasado (o paso) también por ello y, francamente, es una mierda, además de una losa ¡qué pesadez, dios! Y entiendo lo que dice Dani en cuanto a la aceptación de que es lo que hay y bueno... pues eso.

Y de momento ya me callo. Víctor: UN BESO GRANDE.

Anónimo dijo...

Victor: ¡Hay que joderse!
;-)

Después de leeros a ti y a Dani tampoco sé muy bien que conclusión sacar...
Sólo puedo decirte que no comparto contigo la vergúenza de llorar en público: a mi se me da muy bien. Cuando quieras te doy un cursillo/seminario o quedamos para echarnos unos llantos y después unas risas.
Un abrazo gordo.

Mati