Cuarta de Quimio. Mis gloriosas celulas

Buenos días a todos,

Una entrada corta para daros noticias de la cuarta sesión de quimioterapia. Buenas noticias respecto a los análisis de defensas y demás, mejorando respecto a los anteriores, en los cuales aparecía un pequeño descenso en casi todos los parámetros. Esto, según el Dr. Guillen, es lo normal en pacientes de quimio, pero en el análisis actual todos los parámetros han subido a los rangos normales, o sea, a los de referencia. Total, que respecto a los efectos secundarios, estoy respondiendo increíblemente bien, así que han decidido hacerme un TAC el próximo día 14 y los resultados el 21 por la tarde con la próxima quimio.

En fin, por una parte muy contento de saber que todo los esfuerzos que hago: los ejercicios, la nueva dieta, la terapia y, estoy convencido -aunque no tenga fundamento científico- de que haber sido donante habitual, tres o cuatro veces al año, dan su fruto.

Por otra parte, con el susto de la incertidumbre, 21 días de espera, pero esta vez mucho mejor que la primera, al fin y al cabo ya se que tengo cáncer y qué puede pasar, veremos.

Todo esto, y sobre todo los ejercicios de visualización, me llevaron a divagar sobre si somos uno o somos una colonia, una conciencia arropada y mantenida por una colonia de células. ¿Tienen conciencia individual nuestras células? no seré yo quien conteste a esta pregunta, pero algunas cosas están claras: nuestros estados de ánimo influyen en nuestras células, realmente lo que sentimos lo sentimos a través de nuestras células, ellas nos conectan a nuestro entorno. Si le añadimos la máxima de que la mejor manera de conseguir que las personas, sus células en definitiva, hagan bien su trabajo es que se sientan satisfechas de hacerlo, cuando les reconocemos las cosas bien hechas, dándoles más importancia que a las demás, conseguimos de elaos mejores resultados.

Así que puestos al tema, tengo que decir hoy y dedicar este blog a mis gloriosas células, de las cuales me siento orgulloso. Están haciendo un trabajo muy duro, manteniendo sus tareas al nivel óptimo con la carga suplementaria de la quimio, que nos está ayudando a recuperar la salud pero comporta una larga serie de efectos secundarios que suponen un trabajo adicional para poder paliarlos.

Hoy me siento como una colonia de seres más que como un individuo y hay fiesta en la colonia, celebramos un día nuevo y el reconocimiento del esfuerzo que están haciendo mis células para mantenerme en perfecto estado, muy bien, mejor, mejor y mejor cada día.

Y todo esto sin fumar nada, aunque Migue siga incrédulo.